I (robot) love you
He encontrado una pequeña perla por esos cibermundos de Dios.
Se trata del blog de Silvara, recomendable por su sentido del humor con el punto justo de acidez y con bífidus activos que ayudan a renovar tu flora intestinal.
Reproduzco a continuación un post reciente de dicho blog, sin consentimiento expreso, pero con el derecho que me otorga la licencia GCPPL (General Copy and Paste Public Licence). X')
---- 8< --------- 8< --------- 8< --------- 8< -----
Si me pinchas, sangro... sabes?
A veces me gustaría decirle cuánto le quiero.
A veces me gustaría llamarle y hablar con él largo y tendido sobre tonterías de la vida.
A veces me gustaría que sintiese lo mismo por mí y que no me hablase despectivamente.
Me gustaría que dejase de verme como una niña que no sabe nada de la vida, que vive en su mundo y se lo dan todo hecho.
Me gustaría que dejase de eludir sus sentimientos y los míos, que dejase de actuar como si nunca hubiera pasado nada en cada situación incómoda.
Me gustaría que me enseñara sobre la vida y sobre él y no me deja, no quiere.
Me encantaría que me abriese su corazón porque es lo que yo estoy esperando.
No quiero que se nos agoten las ideas y temas de charla ni quiero que empiece a resultar monótona yo misma.
Me gustaría que alguna vez me dijera si me aprecia en algo estoy harta de las suposiciones y los vacíos temporales.
Me gustaría tanto tenerle cerca para poderle achuchar de vez en cuando y quedar a tomar un helado y hablar cara a cara.
Yo no pido la luna, ni pido el mar... yo sólo quiero que me quiera como le quiero yo a él. Y si el sentimiento del amor es complicado... el de la amistad es para calculines del corazón.
Tan difícil es que me aceptes y que no pagues conmigo tu mala jornada?
Si me pinchas sangro... sabes?
---- 8< --------- 8< --------- 8< --------- 8< -----
Bonito, ¿verdad?.
Cualquiera podríamos haber escrito esto en algún momento de nuestra vida, ¿no?. Vale, puede que no exactamente así, para los pejigueras ahí va este parche:
---- 8< --------- 8< -----
replace("él", "ella");
replace("*le", "*la");
---- 8< --------- 8< -----
¿Ahora mejor?. Pues eso, que uno se sorprende al darse cuenta de lo parecidos que somos todos en asuntos de amor. Mirado friamente es un proceso mecánico y rutinario, casi estaría dispuesto a creer que se podría automatizar. No es una idea nueva, ahora que caigo. El tito Asimov incluso iba más allá, sentaba ni más ni menos que las bases de la robótica en un simulacro de este sentimiento. Sus famosas leyes de la robótica:
Se trata del blog de Silvara, recomendable por su sentido del humor con el punto justo de acidez y con bífidus activos que ayudan a renovar tu flora intestinal.
Reproduzco a continuación un post reciente de dicho blog, sin consentimiento expreso, pero con el derecho que me otorga la licencia GCPPL (General Copy and Paste Public Licence). X')
---- 8< --------- 8< --------- 8< --------- 8< -----
Si me pinchas, sangro... sabes?
A veces me gustaría decirle cuánto le quiero.
A veces me gustaría llamarle y hablar con él largo y tendido sobre tonterías de la vida.
A veces me gustaría que sintiese lo mismo por mí y que no me hablase despectivamente.
Me gustaría que dejase de verme como una niña que no sabe nada de la vida, que vive en su mundo y se lo dan todo hecho.
Me gustaría que dejase de eludir sus sentimientos y los míos, que dejase de actuar como si nunca hubiera pasado nada en cada situación incómoda.
Me gustaría que me enseñara sobre la vida y sobre él y no me deja, no quiere.
Me encantaría que me abriese su corazón porque es lo que yo estoy esperando.
No quiero que se nos agoten las ideas y temas de charla ni quiero que empiece a resultar monótona yo misma.
Me gustaría que alguna vez me dijera si me aprecia en algo estoy harta de las suposiciones y los vacíos temporales.
Me gustaría tanto tenerle cerca para poderle achuchar de vez en cuando y quedar a tomar un helado y hablar cara a cara.
Yo no pido la luna, ni pido el mar... yo sólo quiero que me quiera como le quiero yo a él. Y si el sentimiento del amor es complicado... el de la amistad es para calculines del corazón.
Tan difícil es que me aceptes y que no pagues conmigo tu mala jornada?
Si me pinchas sangro... sabes?
---- 8< --------- 8< --------- 8< --------- 8< -----
Bonito, ¿verdad?.
Cualquiera podríamos haber escrito esto en algún momento de nuestra vida, ¿no?. Vale, puede que no exactamente así, para los pejigueras ahí va este parche:
---- 8< --------- 8< -----
replace("él", "ella");
replace("*le", "*la");
---- 8< --------- 8< -----
¿Ahora mejor?. Pues eso, que uno se sorprende al darse cuenta de lo parecidos que somos todos en asuntos de amor. Mirado friamente es un proceso mecánico y rutinario, casi estaría dispuesto a creer que se podría automatizar. No es una idea nueva, ahora que caigo. El tito Asimov incluso iba más allá, sentaba ni más ni menos que las bases de la robótica en un simulacro de este sentimiento. Sus famosas leyes de la robótica:
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes.